HURMANISMO (SEGUNDA PARTE)

Por MNU y Lic. Gabriel Ballesteros Martínez

Las ciudades mexicanas nos quedan cada día más feas, menos amables, más caras, menos cómodas. ¿Por qué es cada vez más complicado decidir en conjunto si ahora existen más medios para consultarnos y tomarnos el pulso entre nosotros? La paradoja es que nunca como ahora es posible hacer diseño participativo de la urbe y nunca como ahora es más autoritaria la toma de decisiones.
Hace unos días un simple comentario en Facebook sobre el bloqueo del (supuesto) carril ciclista de Avenida Universidad despertó treinta comentarios y críticas sobre como debió construirse la ciclo vía y que ésta debió diseñarse pegada al Río Querétaro y no a la acera derecha de la calle. Lo que leí fue participación ciudadana espontanea, libre de cálculos políticos y con un alto contenido de sentido común, lo que me llevó a reflexiones que ahora comparto:
Hace algunos años, a días de integrarme a la administración municipal, asistí a una reunión en la que Gerardo Vega Secretario de Des. Urb. saliente de Rolando García daba cuenta, al por entonces Presidente Municipal Electo Armando Rivera de los conflictos pluviales y de tráfico de la Zona Metropolitana de la Ciudad de Querétaro. El consumado urbanista fue preciso y con un conocimiento sorprendente nos explicó calle a calle y cruce a cruce cada nudo y cada encharcamiento; el porqué y para qué de la Ciudad.
De ese entonces a la fecha –con tristeza– debe reconocerse que la Ciudad es otra. En base al uso de información privilegiada –lo que no es punible pero si inmoral y anti ciudadano– Querétaro se replanteó sin control público. Mediante decisiones con visión privada se habilitaron puentes y se cambiaron usos de suelo; se construyeron grandes equipamientos sin una visión de lo contiguo y se desarrollaron miles de viviendas en una tercera ciudad que nadie pedimos.
Aunque es la misma, hoy en Querétaro existe la ciudad de los pobres en la periferia, aquella amurallada de los ricos en islas urbanas de ensueño y una amortiguadora Ciudad de la clase media muy sustentable social y económicamente que cada día se estrangula más.
Decidir la forma es un elemento del Derecho a la Ciudad que en materia urbana hemos dejado perder. El Observatorio Urbano que existía se quedó sin presupuesto; los Consejos de Participación Ciudadana tienen la fuerza que se les quiera dar; las asambleas vecinales que supuestamente nutren a los COPLADEM´s difícilmente suceden; el ICOMOS lucha todos los días para ser tomado en cuenta; el IMPLAN de Querétaro es un fiambre institucional… para que le sigo. A todos los que han participado o participan de estos organismos mis respetos pero esa es la verdad de nuestra política urbana.

Jorge Vazquezmellado a quien escuche por primera vez la idea del “Hurmanismo”, un servidor y muchos amigos arquitectos y urbanistas queremos invitarlos a participar de un movimiento ciudadano por la planeación participativa de la urbe. Creemos que con los medios electrónicos actuales es posible hacer una red –que sin otro objetivo– permita hacerle saber a quienes deciden los presupuestos, nuestra opinión sobre la forma espacial de la Ciudad y de esa forma, impulsar un modelo de planeación ciudadanizado que aporte a la hurmanización de Querétaro.
P.D. Gracias Maritoni por tu iniciativa fotográfica sobre la ciclo vía.