Freno de mano

Las cifras macroeconómicas son regularmente inadvertidas hasta que nos tocan la cartera. Por lo general ponemos atención al precio del dólar o la gasolina, y nada más. De vez en cuando nos escandalizan subidas de precios, como el reciente caso del aguacate, o nos alarma el desabasto de algún medicamento. Son pequeños ciclos que se corrigen, se olvidan o se modifican sin que podamos participar de manera directa. Sin embargo, la etapa recesiva en que ha entrado el país, y Querétaro, aunque nos defendamos más que otras entidades, resulta preocupante.
No es necesario formar parte de los selectos círculos financieros para sentir el freno de mano que activó la 4T sobre la economía. La Zona Metropolitana de la ciudad de Querétaro ya siente la desaceleración, la falta de dinero en la calle, el comienzo de un efecto dominó de moratorias a todas las escalas. Siendo el sector inmobiliario un motor que significa cerca del 35% de nuestra economía, esta alarma que ha comenzado a sonar, se escucha estridente y aterradora, pues no la percibíamos desde hace casi dos décadas.
En el contexto del mercado inmobiliario, que es uno de los ejes económicos de la región junto con los clústeres aeroespacial y automotriz, hay cifras preocupantes: más de 6 mil departamentos en venta (ya desarrollados o próximos a terminarse) que se mueven como derrapando en jalea, frente a una disminución de casi 17% en la venta de casa habitación nueva y 23% en la vivienda usada, donde solo se movieron mil 160 viviendas en el primer cuatrimestre, según ha circulado en un reporte de Conavi, del que han hecho eco las principales agencias especializadas.
No es difícil llegar a la conclusión de que será un segundo semestre sumamente complicado, pues frente a la imperiosa necesidad de desplazar ese inventario, está la falta de circulante y la incertidumbre a la que el jefe del Ejecutivo somete al país en cada mañanera.
Por otra parte, aunque resulte polémico para algunos agentes del sector, es de aceptarse que hay una burbuja de precios ya con un dedo índice peligrosamente cerca de su membrana, próxima a reventar. Hay indicios que señalan que los inmuebles en Querétaro están 30% por encima de sus valores reales en ciertos segmentos y quizá más en otros, lo que también comienza a alejar un mercado que había permanecido fiel a la región por más de 10 años continuos, prefiriéndonos por encima de Cuernavaca, Puebla y Aguascalientes, incluso. Por otro lado, son ya casi cuatro años que no se construye una vivienda de interés social y se podría intuir que ese segmento pronto podría comenzar a ejercer presión, con nuevos asentamientos irregulares. Todo un coctel molotov.
El reciente anuncio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y del secretario Herrera pareciera una bocanada de aire, sin duda. Mientras que para otras zonas del país significará el primer tirón de máquina en años, para Querétaro es la oportunidad para no perder el paso. Muchos son los ajustes que deben realizarse a la política de vivienda e infraestructura para aprovechar estas licitaciones anticipadas, pero son más las que deben hacerse desde el proyecto presupuestal para el año 2020, momento de hacer inversiones productivas y mantener en curso la economía local, en mucho basada tan solo en la expansión urbana; un error de cálculo que hoy tiene a muchos desarrolladores con el clóset lleno de tierra y las cuentas, de telarañas.

*Socio director en Ballesteros y Mureddu, S.C., licenciado en Derecho por la UAQ, y maestro en Arquitectura y Nuevo Urbanismo por el Tecnológico de Monterrey, Campus Querétaro.

Fuente: Código Qro

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