¿Hasta dónde va a llegar la Ciudad?

A partir del 1° de octubre estará en manos de 3 Presidentes 3 Síndicos y 38 Regidores metropolitanos la posibilidad de ponerle a la Ciudad de Querétaro un hasta aquí. Es tiempo de fomentar el crecimiento de otras ciudades del Estado y motivar el crecimiento regional que en el discurso se prodiga. Y no lo digo solamente yo, que desde hace tres años doy la lata en esta columna; coincide conmigo el Subsecretario Marcelo López de SEDESU, institucional funcionario de primer nivel –coautor del cluster aeronáutico alrededor del Aeropuerto Intercontinental—quien, más o menos, la semana pasada declaró que estamos al borde del caos y que ya no cabe un parque industrial más en la zona metropolitana.  

La pregunta es si los dueños de todos esos suelos (quienes pacientemente esperan que el dinero público les lleve la infraestructura) piensan igual que mi amigo Marcelo… pues pareciera que de esos cuantos varones dependemos todos. Y es que hasta el día de hoy yo no he visto una real y efectiva política de contención que no sea construir puentes y ampliar vialidades; siquiera un cabildeo para desincentivar la expansión a ultranza de nuestra mancha urbana. Nada o muy poco. 

Aunque incomoda, la verdad es que la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas está clavada en la construcción mientras el diálogo  con los propietarios de las aprox. 10 mil hectáreas circundantes habilitadas ya al desarrollo se encuentra perdido. La misma CANADEVI, que sería un punto de contacto obligado se pregunta ¿que quiere la SDEUOP?… 

Sin una guía eficiente desde Palacio Conín y perdido el “momentum”de la reciente legislación estatal por la débil defensa que se hace de ella, al iniciar el nuevo periodo constitucional muchos ciudadanos nos preguntamos si los nuevos ayuntamientos no tendrán de otra que dejarse seducir por el “bu$iness” o si heroicamente harán a su leal saber y entender los nuevos reglamentos asumiendo una postura responsable frente la reto de plantear un Querétaro Sustentable.  

Nos preguntamos también si las empresas dueñas de toda esa tierra, hoy dormida, encontrarán alternativas para pactar la calendarización del aprovechamiento de sus reservas territoriales o si la falta de un plan (o mejor dicho) –de la intención de tener un plan– los llevará por el camino de presionar presidentes municipales en solitario por la obras públicas y los acuerdos  que les permitan mejorar sus tierras y lograr su particular negocio; tal y como ha sucedido durante los últimos años.  

Sería interesante conocer si el Secretario Chufani tiene un plan para divulgar el nuevo Código Urbano entre los nuevos regidores y entre la sociedad civil. Saber si existe un planteamiento empatado con la SEDESU sobre la atracción de inversiones y destino de recursos de obra pública hacia otras ciudades del interior del Estado y; sería interesante escuchar si hay algún planteamiento para que los titulares de los suelos que están en proceso especulativo desaceleren siquiera un poco mientras rellenamos la mancha urbana que sin piedad hemos dejado expandirse y que muestra un vació cercano al 40%.  

Por eso es válido preguntarse ¿hasta dónde va  a llegar la Ciudad?…

 

Muchas gracias a quienes amablemente me comentan que leen esta columna, sus opiniones y comentarios motivan cada vez que hay que vencer el reto de la hoja en blanco. Gracias por participar en el blog hacerciudad1.blogspot.com y en la página de Facebook Hacer Ciudad.