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Advierten retos en desarrollo urbano

La Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) llevó a cabo un ciclo de conferencias relacionado al desarrollo urbano en la entidad, que organizó Foropolis capítulo Querétaro, organismo colegiado que se encarga de orientar la toma de decisiones en materia urbana y territorial, a fin de mejorar la calidad de vida de los habitantes.

Dentro de estas conferencias, destacó la de Modelo de Ciudad, que impartió el empresario desarrollador y presidente del Club de Industriales de Querétaro, Alfonso García Alcocer, quien refirió que las ciudades deben de crecer por medio de instrumentos de planeación, en donde se incluya la opinión de los ciudadanos.

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Pacto Metropolitano

 Por MNU y Lic. Gabriel Ballesteros Martínez

Por  iniciativa del Presidente Municipal Roberto Loyola y en concordancia con el modelo de planeación instituido en el Nuevo Código Urbano, el día de hoy y teniendo como espléndido marco el antiguo palacio del Jardín Guerrero,  se firma el pacto de “voluntad política” entre los cuatro ediles de la zona conurbada de la Ciudad de Querétaro;  punto de partida para el Instituto Metropolitano que guiará la planeación, el ordenamiento territorial y la provisión de servicios compartidos en esta gran urbe. 

 

La voluntad política es una suerte de energía que enciende a la administración pública, un tesoro inmaterial, un intangible algo caprichoso y a veces caprichudo. Como los glóbulos rojos a la sangre, como la mitocondria a la célula, sin esa voluntad la emocionante experiencia de gobernar podría resultar tan aburrida y torturante como el partido entre nuestros aporreados plumíferos y el San Luis de la semana pasada. 

 

Y es que hay que correr riesgos, asumir liderazgos y reformar el pensamiento burocrático o morir y hay que hacerlo rápido pues el reloj municipal tiene manecillas muy inquietas; eso lo saben María, Toño, Enrique y Roberto pues para todos fue prioridad iniciar pronto con el tema urbano so pena que la agenda individual socavara el proyecto de una visión común de la Ciudad que todos nos ofrecieron en campaña; un discurso al que sus antecesores huyeron cual si fuera espanto de día de muertos.

 

A partir de este día comenzará sin cesar en Huimilpan, El Marques, Corregidora y Querétaro, el discurso sobre la vida metropolitana. Una nueva entidad que proteger y organizar; una nueva razón para orientar el gasto público, conceder concesiones, licencias y autorizaciones. 

 

Y es que el esfuerzo de coordinación administrativa y política que demandará este pacto presionará varias oficinas públicas tanto a nivel municipal como estatal. El solo hecho de compartir los programas de obra pública o iniciar el ejercicio de informar sobre los expedientes inmobiliarios de uno a otro ayuntamiento dentro del polígono metropolitano, prefigura un cambio institucional  mayor.

No más regidores y presidentes en fuga; no más endeudamientos injustificados para financiar lo privado; no más decisiones electoreras de la obra pública. Hoy nace el nivel metropolitano de pensamiento público. Hoy gracias a la predominancia de esa “voluntad política” se pone la primera piedra para la edificación de un concepto de sustentabilidad a la queretana y sin colores.  

 

Bravo presidentes, los ciudadanos estamos atentos y a sus órdenes…

Decisiones para los nuevos alcaldes metropolitanos

Por MNU y Lic. Gabriel Ballesteros Martínez
Separar la función pública de coordinar y gestionar el desarrollo urbano de la realización de la obra pública es una decisión elemental en los municipios modernos. La tendencia en las mejores ciudades del mundo es incluso emancipar la planeación urbana a un organismo ciudadanizado y dejar la gestión del desarrollo urbano en manos distintas de aquellas eminentemente ejecutantes de la obra pública; donde además –normalmente—estos son terceros de la iniciativa privada en libre competencia. 

En una ciudad que crece sin cesar como la nuestra y San Juan del Río (a otro ritmo pero también intenso), el problema es que la obra pública tiende ha convertirse en una herramienta de control “político” entre el capital vinculado a los contratistas y asimismo de atención socio-electoral de acuerdo a los resultados del último proceso; se hace sin planeación y distante de una visión y una política  urbanística prefigurada. 

Hace algunos años, en octubre de 2003 para ser preciso, el Municipio de Querétaro tomo la decisión de emancipar Obras Públicas de Desarrollo Urbano y Ecología creándose las Secretaría de Desarrollo Sustentable y la Secretaría de Obras Públicas. Una decisión que hoy ha mostrado ser correcta, pero que para ser perfecta le faltó el ingrediente de la planeación previa y mejor aun — previa, participativa y ciudadanizada… 

Las lluvias torrenciales de septiembre de 2003 y la red de drenaje pluvial que se volvió prioritaria; el Parque Bicentenario para el 2010 y casi al mismo tiempo el Centro de Convenciones en el Tángano con aspiraciones nacionales dan razón a mi comentario. Ejecución sin planeación sobre la base de una pequeña oficina de desarrollo urbano que fue aprendiendo a prueba y error sin una instancia de planeación activa y eficaz.    

Los municipios que tienen la oportunidad de tener ya emancipadas esas funciones no deben volver al esquema monolítico de las secretarías todólogas juez y parte y, asimismo, los municipios que pueden, deben intentar seguir las huella de ciudades como Curitiba en Brasil o Portland en los Estados Unidos, donde unos –los ciudadanos– sueñan la ciudad, otros –la burocracia normativa– la organiza, y otros, ingenieros, contratistas, arquitectos y demás la hacen realidad de acuerdo a los que se ha decidido entre todos, con metodologías democráticas. 

La obra pública es tan solo una consecuencia donde el origen es y debe ser la planeación.  La red económica y el desarrollo social en concordancia con el respeto y el cuidado al medio ambiente, su única guía. 

En el sector público, conjugar las tres actividades en una sola oficina ha sido históricamente una equivocación, pues la tendencia es crear una burocracia autoritaria y además condescendiente con el capricho del poderoso, poco afecta a considerar las opiniones ciudadanas. 

Así pues, vayan estas líneas preocupadas con dedicatoria precisa a nuestros nuevos gobernantes municipales: la obra pública, la planeación y la organización del desarrollo sustentable, si bien complementarias, son tres funciones bien distintas, cada una en su cajón, cada una con su guardián. Eso es lo contemporáneo, lo que sigue… 

Gracias a todos por sus mensajes en hacerciudad1@gmail.com y a todos los fans de la página en Facebook. También los invito a participar del blog hacerciudad1.blogspot.com 

Nuevo Código Urbano: Cita ineludible e impostergable

Por MNU y Lic. Gabriel Ballesteros Martínez
La LVI Legislatura tiene un compromiso ineludible e impostergable; no es tan solo llevar al Pleno del Congreso y aprobar la Iniciativa de Nuevo Código Urbano presentada por el Titular del Ejecutivo; es darle cerrojo a un periodo de desmanes urbanos y permitir el advenimiento de una propuesta legislativa moderna y completa garante de un futuro sustentable, que induce el perfeccionamiento de la vida municipal y permite a los ciudadanos participar en el proceso de planeación y control del uso del suelo.
No hay pretexto, ya no cabe el cálculo político ni los intereses particulares; las Señoras y Señores Diputados, tanto titulares como suplentes recién desempacados tienen una cita con la historia moderna de Querétaro y con la obligación de terminar más de 15 años de consultas, foros y deliberaciones: darle por fin a Querétaro la oportunidad de tener la base legal para una visión única y a la vez compartida de su futuro. Es ahora, es ya.
Salvo aquellos que representen a los que quieren que el modelo siga igual, puede esperarse que se de el consenso. Entre otras cuestiones de la mayor relevancia, la Iniciativa permite a los regidores tomar su justa dimensión. Asumir un tamaño normal donde al tiempo que el Artículo 115 se pueda vivir a plenitud y sean capaces de definir el destino del suelo, esto suceda dentro del marco de un sistema de planeación diseñado entre todos y por encima de todos.
Y es que hay que decirlo, la urgencia de esta reforma no es gratis pues durante los últimos años ha llegado hasta el límite del escándalo el ejercicio abusivo e indiscriminado de estas facultades. Para los inversionistas y los desarrolladores, agentes con un valor prioritario, la Iniciativa significa un marco legal cierto, descifrable, con garantías.
Salvo aquellos que quieran seguir especulando con el suelo y que pudieran sentir una amenaza, el Nuevo Código Urbano traerá entre otras bondades la apertura de nuevos mercados: la vivienda vertical, la regeneración de la superficie ya urbanizada de Querétaro y la posibilidad de aprovechar los vacíos urbanos mediante la inserción de ventajas fiscales que incluso incidirán en la estabilización del valor del insumo primordial.
Para nosotros, los de a pie, el Nuevo Código Urbano traerá un nuevo derecho: nuestro Derecho a la Ciudad; que se traduce en nuestra posibilidad efectiva de exigir orden; de tener un mejor transporte, de disfrutar una mayor conectividad; pero sobre todo de contar con una mejor infraestructura, espacios públicos y vivienda de calidad. Todo eso está en juego esta semana.
Hace dos años inicié esta columna con diversos objetivos pero sin duda el principal fue impulsar el proceso de reforma a nuestra legislación urbana. Ahora, si todo sale como se espera, seguirá el momento de recrear los reglamentos municipales y procurar que los Ayuntamientos detallen libremente la manera como en cada uno de sus territorios debe aprovecharse el valioso y casi irrepetible recurso suelo.
Vendrá el momento de construir la Procuraduría del Medio Ambiente y el Desarrollo Urbano, de insertar el Instituto de Planeación dándole una estructura ciudadanizada abierta y democrática.
Vendrá el momento de construir los acuerdos de la vida metropolitana de la Ciudad de Querétaro y la oportunidad para San Juan de Río, Jalpan y Cadereyta para asumirse como el eje del futuro de la Entidad, en armonía con los distintos municipios del centro, la sierra y el semidesierto; sinergía hasta hoy trunca por falta de una planeación integral del desarrollo.
Por tanto, señoras y señores legisladores, la que tienen es una cita con la próxima generación… no la defrauden.

Agenda Urbana 2012

Por MNU y Lic. Gabriel Ballesteros Martínez

La agenda 2012 en materia de política urbana no es poca cosa; el año que comienza podría ser un hito en la historia de nuestro país o bien otro año perdido. Hoy estamos ante la consolidación de la Reforma Constitucional en materia urbanística, la Nueva Ley de Asentamientos Humanos y el nuevo Código Urbano para el Estado de Querétaro, instrumentos que obligarían a su vez a configurar un nuevo compendio de reglamentos municipales.

Si los políticos quieren y los empresarios del desarrollo urbano masivo lo permiten, en este 2012 se podrían lograr las reformas de política urbana que nos urgen. Todo lo que se requiere debatir está en la mesa; de hecho, casi todos los acuerdos que se requieren están tomados y solo falta el impulso de aquellos que siendo unos cuantos, quieran dejarnos pasar a la siguiente etapa; aquellos que más allá de su siguiente cargo público o su siguiente mega negocio, se la quieran jugar por la sustentabilidad de las ciudades mexicanas.

Emergencia urbana fue la conclusión del V Congreso Nacional de Suelo Urbano sucedido en Tijuana el 8 y 9 de diciembre pasados; una conclusión espeluznante después de analizar cifras e indicadores que prefiguran el caos urbano ambiental en unos cuantos años, de hecho en esta generación. Si seguimos oponiendo resistencia a la reorientación de nuestras instituciones, si seguimos sin fortalecer controles y sin planear con visión de interés público, vamos directo a una colisión de intereses que llegará a ser por la mismísima supervivencia tipo Mad Max.

Más allá de exageraciones gráficas, la nuestra es de esas emergencias con sirenas y paramédicos, de atención inmediata y en algunos casos, en algunas ciudades de México, de resucitación. Y es que la política urbana no se hace con parches ni remiendos de obra pública, se hace con acuerdos políticos y sacrificios; se logra cuando concesionarios, contratistas, arquitectos, políticos y ciudadanos comparten una visión y la trasladan a la Ley; se da cuando esa ley se vuelve fuerza pública si es necesario y con los pantalones bien puestos se le devuelve al suelo su valor social. Está bien fácil…

Si a la mexicana estábamos esperando el caos para reaccionar déjenme sorprenderlos: los kilométricos acueductos, los cerros de basura que sin utilidad enterramos; los programas hoy no circula que estamos por implementar y los millones de pesos que hay que invertir en infraestructura para la movilidad, son solo leves ejemplos de la crisis hacia la que nos dirigimos. De seguir sin ley urbana lo que viene como en muchas ciudades de este país, es la ingobernabilidad del espacio público y peor aún, todos los efectos de la fragmentación social que es el episodio final de esta novela apocalíptica.

Pareciera estar rudo el panorama para legislar. En el mes de enero tendremos el Congreso de Movilidad Sustentable en Querétaro para seguir dándole la vuelta al tema del transporte colectivo, quizá otra vez sin entrarle de lleno; en abril candidatos promesas y… mas promesas… quizá compromisos; en julio elecciones y en septiembre se van los actuales diputados, esperemos no por la puerta de atrás. Para el mes de octubre nuevos presidentes municipales y el 1° de diciembre nuevo Presidente de la República…

No obstante estas circunstancias y frente a este nada prometedor año que comienza, el nuevo urbanismo mexicano estoy seguro que resistirá y seguiremos neceando. No puede haber tregua electoral cuando la impericia legislativa nos ha llevado al extremo.

Yo invito a todos quienes desde la posición de ciudadanos hemos asumido el compromiso de impulsar un cambio institucional, a que insistamos y logremos con nuevas leyes la recuperación de la soberanía popular sobre el desarrollo urbano, la planeación y el equilibrio ambiental. Hagamos que 2012 año difícil –como todos los electorales—no sea otro año perdido.

Entrevista a Gabriel Ballesteros en Tribuna (UAQ 31 de octubre de 2011)

Por Víctor Pernalete

Se debe tener clara la parametría de la ciudad antes de comenzar los proyectos de obras públicas, para que éstas cubran las necesidades del presente y el futuro que tiene la ciudad y su población, señaló Gabriel Ballesteros Martínez, especialista en desarrollo urbano y ex Secretario de Gobierno Municipal durante el trienio de Armando Rivera Castillejos.

“Si no tenemos una visión de ciudad, sino tenemos la parametría para saber cuáles son los indicadores de nuestra ciudad, cuántas personas somos, cuántas vamos a ser. Si no sabemos cuáles son las circunstancias de nuestro atlas de riesgo, es decir, todo lo que necesitamos para saber qué pasa con la población, pues difícilmente podremos saber qué tipo de ciudad necesitamos.

“Después podremos saber qué tipo de equipamientos o de vialidades, de acondicionamiento para el transporte o la recreación debemos hacer”, explicó.

Ballesteros Martínez, quien participó en la conferencia “Problemas y soluciones de la metrópoli; hacia un nuevo proyecto de ciudad”, que se realizó en el auditorio de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, indicó que actualmente los gobiernos realizan la obra pública de acuerdo con su propias consideraciones, y es necesario pasar a un escenario en el que la ciudadanía tenga una participación activa en las decisiones sobre qué obras públicas requiere la ciudad.

“Nuestra historia nos ha dicho que nuestros gobernantes deciden hacer obra pública porque así consideran, en su particular opinión, o de sus secretarios y sus asesores. Yo por lo que pugno es porque transformemos esa realidad institucional en una planeación participativa ciudadanizada”, exhortó.

Respecto a las obras públicas que durante los últimos dos años y medio han realizado tanto el Gobierno Estatal como el Municipal, Ballesteros Martínez sostuvo que, por el momento, han resuelto problemáticas puntuales del tránsito de la ciudad, pero en una visión a futuro habrá que ver si están en sintonía con el Querétaro de los próximos 15 años.

“Han resuelto en mayor o menor medida los nudos viales de la ciudad. Se han hecho en virtud de que se ha hecho ciudad en una velocidad superior a la capacidad de planearla.

“Lo que me parece que es necesario hacer es que no nos vuelva a pasar que en 15 años tengamos que remendar la ciudad con obra pública emergente porque tengamos nuevos nudos, porque soslayamos planearla y favorecimos construirla”, reiteró.

“El transporte público debe ser la orientación para cualquier visión de ciudad”

Gabriel Ballesteros Martínez consideró que las obras públicas realizadas por las actuales administraciones –estatal y municipal–, no han tenido en cuenta al transporte público y a esta altura sería difícil replantearlas para que sirvan para este propósito.

“Estas obras olvidan el transporte colectivo, lo dejaron de lado. Fue una oportunidad, no se aprovechó; hoy sería muy caro replantear esas obras para agregarles un carril dedicado a los autobuses, o para un tren elevado”, señaló.

Añadió que debido a la gran cantidad de personas que usan el transporte público es necesario que este servicio sea el que guíe el desarrollo de las políticas públicas en cuanto a movilidad.

“Hay una gran cantidad de personas que se movilizan en transporte colectivo. Éste debería ser a mi parecer la orientación de cualquier visión de ciudad que tengamos para Querétaro en los próximos 25 años.

“En lugar de favorecer el vehículo, deberíamos estar favoreciendo los carriles dedicados, el reordenamiento de rutas, el reordenamiento de paradas, de frecuencias de paso; esto nos llevaría a un sistema de transporte público que sería atractivo para las personas que usamos coche”, explicó el catedrático del ITESM campus Querétaro.

El especialista en desarrollo urbano manifestó que en estos momentos no es necesario invertir en infraestructura para reordenar el transporte público y adaptarlo de mejor manera a las necesidades actuales y de futuro de los usuarios queretanos.

“Indiscutiblemente. Hoy en día la oportunidad de reformar lo que tenemos existe. Tenemos que cambiar el concepto de la concesión y no favorecer el hombre-camión, no favorecer el acaparamiento de concesiones, tenemos que apoyar que se institucionalicen las organizaciones que prestan el servicio de transporte”, afirmó.

Para Ballesteros Martínez, el sistema de concesiones puede seguir en curso, sin embargo, es necesario llevar a dichos concesionarios a un escenario en el que brinden un servicio de calidad sin que esto signifique una pérdida económica.

“Lo que hay que hacer es darle al actual sistema de transporte público una oportunidad en sí mismo. No tenemos por qué quitarle a nadie su negocio, lo que necesitamos es que nos permitan ayudarlos a replantearlo”, sugirió.

Uno de los cambios esenciales que se deben dar en el paradigma actual del sistema de transporte público es que, al igual que en los países donde se tienen sistemas de transporte colectivo modernos, no se privilegie el hecho de que el transporte vaya al pasajero, sino al contrario.

“En todos los sistemas de transporte colectivo razonables, el pasajero va al transporte. Tenemos que crear los andamiajes de este sistema: paradas, corredores, hacer las centrales de transferencias agradables, donde la gente pueda comprarse un refresco, se pueda sentar en una banca, esté sombreado y se pueda leer el periódico. Donde se pueda dejar la bicicleta y tenerla ahí cuando regrese”.

“Además del transporte público, es necesario cambiar el sistema legal”

Gabriel Ballesteros Martínez indicó que actualmente es una prioridad para la ciudad tener un Código Urbano para regular jurídicamente el desarrollo de la metrópoli.

“Yo no opinaría cuál obra pública considero es más importante. Creo que hay dos sistemas que debemos corregir: primero el sistema legal, es decir, si a mí me preguntas a qué se debe dedicar el Secretario de Desarrollo Urbano y el Secretario de Gobierno, es a lograr sacar el Código Urbano. No hay otra prioridad mayor que tengan la ciudad y el estado”, enfatizó.

Actualmente, está a punto de entrar en vigor una reforma a la Constitución sobre el derecho urbano, que será importante para el desarrollo de las zonas metropolitanas.

“En el nuevo derecho urbano constitucional que estamos a punto de tener, tras una reforma que hubo el pasado 4 de mayo, se cambió en 12 artículos. Uno de sus elementos es reconocer el fenómeno metropolitano. Si se reconoce definitivamente, los gobiernos municipales de las zonas conurbadas van a tener que planear en conjunto”, dijo.

Esto obligaría a municipios como Querétaro, Corregidora, El Marqués y Huimilpan, que forman la zona metropolitana de Querétaro, a definir conjuntamente las políticas públicas de desarrollo urbano que puedan tener una afectación sobre la zona metropolitana. Será necesario, entonces, que los cabildos municipales se reúnan a la hora de decidir si se efectúa una obra pública o no.

Respecto a desarrollo urbano, el próximo alcalde tendrá tres retos por delante

Más allá de la necesidad de realizar una obra pública, el próximo alcalde de Querétaro tendrá, a decir de Gabriel Ballesteros Martínez, tres tareas por delante: regeneración urbana, cambiar el sistema de cambio de uso de suelos y establecer un sistema de participación ciudadana coercitiva.

El ex Secretario de Gobierno Municipal se pronunció a favor de “Impulsar la regeneración urbana y el llenado de los vacíos urbanos, de los lotes que ya cuentan con servicios dentro de la zona urbana, antes de permitir la habilitación de suelos de labor”.

La segunda tarea refiere a “establecer con claridad que aquel que sea beneficiario de un cambio de uso de suelo tenga un año calendario para presentar su proyecto construcción para definir qué va a hacer con el suelo.

“Es decir, eliminar las condiciones legales que privilegian la especulación. Hay personas que son derechohabientes de un cambio de suelo de hace tres trienios, y han venido siendo beneficiarios de la obra pública y sus suelos pasaron de valor cinco pesos a mil 500 pesos”.

Por último, la tercera tarea propuesta por Ballesteros Martínez está en función de que los ciudadanos participen en las políticas públicas sobre desarrollo urbano y que tengan, además, herramientas legales para hacer cumplir los acuerdos alcanzados.

“Antes de decidir la obra pública, que una persona ponga una tienda o ponga una fábrica, tenemos que conocer la vocación del suelo. Estudiar el suelo para después una prospectiva del suelo, y que esa planeación sea obligatoria y coercible, para obligar a mi gobernante a cumplir con lo que planeamos”, concluyó.

http://www.tribunadequeretaro.com/index.php?option=com_content&view=article&id=516%3Apide-gabriel-ballesteros-planear-la-ciudad-antes-de-construir-mas-obra-publica&catid=35%3Apolitics&Itemid=54

Cuando el futuro nos alcance (II): ¿nuevos ricos?

Hace dos semanas se escucho en todos los medios de comunicación que “somos un país de renta media”, que habíamos dejado de ser pobres… mi primera reacción sin más datos fue sentir pena ajena por la “puntada” de Don Ernesto Cordero; sin embargo, en una reflexión de buena fe, pareciera que la tan atormentada declaración del precandidato presidencial panista, no es del todo el disparate que pretendieron construir sus detractores, tanto de casa como extraños.

A la luz del frondoso erario público que los queretanos hemos derrochado durante los últimos diez años, la declaración del Secretario de Hacienda pudiera sostenerse sin problemas. Desde hace diez años tenemos tanta lana para gastar, que hasta podríamos ser acusados de “nuevos ricos”. Solo basta analizar los miles de millones de pesos que nuestros gobiernos estatal y municipales han utilizado en obra pública, como para pensar que –pobres, pobres, lo que se dice pobres– quien sabe si en efecto seamos, pero seguramente no nos pensamos así.

$7,000,000,000.00 (sí leyó bien) siete mil millones de pesos (cuando menos) se han invertido en helicópteros, aviones, vialidades sin ciudad alrededor, rescates monumentales, puentes magníficos, auditorios panorámicos, grandes teatros, expo centros, bibliotecas con cúpula y parques de diversiones temáticos (con mega tirolesa incluida). Durante el siglo XXI no hemos parado de obsequiarnos bienes bajo lo que podría denominarse, un profundo aspiracional colectivo… si, como ese impulso que tienen los nuevos ricos.

No, no me califiquen de retrograda o de queretanito conservador, si uno se siente de otro nivel cuando se sube a la montaña rusa del Bicentenario ¿o no?… a mí y a muchos, lo que nos inquieta es el equilibrio, la racionalidad y la transparencia de un futuro que siempre nos persigue y al que frecuentemente llegamos con un pretexto y una nueva promesa… si, así como los nuevos ricos cuando llega el remordimiento de haber tallado a la tarjeta con singular entusiasmo.

Mesura, disciplina, seriedad, ahorro y proyecto, son ideas que amenazan al político chapulín, al de la visión electorera; a ese que quiere preservarse en el poder sin importarle la profundidad y el efecto de sus decisiones. Ante nuestra flaca estructura para la planeación participativa, decidir la obra pública hoy es un ejercicio autocrático que distingue o deja “ver el cobre” de nuestra clase gobernante.

La responsabilidad en la toma de decisiones es igualmente necesaria en la pobreza que en la frugalidad. Nunca habíamos llegado a $19,000,000,000.00 (volvió a leer bien) de presupuesto estatal para un año de ejercicio; a eso súmele los ingresos propios de cada uno de los municipios metropolitanos (predial, licencias, supervisión de obras, derechos de desarrollo urbano y multas), y ya para coronar su hoja de cálculo añada el “moche” en metálico de excedentes petroleros que México consigue cada año con la ayuda de Dios y Obama … un dineral que puede aturdir al más pintado y llevarlo por el camino de la “popularidad”… si, como a los nuevos ricos…

En la próxima oportunidad de elegir a nuestros gobernantes piense en esto que le escribo. Los próximos alcaldes metropolitanos tienen una chamba por delante: compartir sus decisiones con nosotros y planear juntos el Querétaro de los próximos 30 años, aunque no nos de tiempo de construir un teleférico o una pista de esquiar que baje del Cimatario.

P.D. Le pido a los que construyeron todo eso que describo, no se sientan aludidos. Nos queda claro que aspirar a ser una metrópoli de primera no es pecado. Lo que si estuvo mal es no entrarle a un Nuevo Código Urbano ni a modificar las reglas que permitan la participación efectiva… eso también se podía arreglar…