Chufani: reprobado

Sergio Chufani me dijo hace cerca de un año que reconocía estar reprobado. En sus palabras dijo tener 10 diez en obra pública y 0 cero en urbanismo, por tanto el promedio sería de 5 cinco, es decir: REPROBADO. Son sus palabras las que cito para que luego no se sientan los que son más papistas que el Papa. 

La trayectoria que ha descrito el exitoso contratista habilitado al sector público es franca y abiertamente guiada por la obra de infraestructura vial dejando su agenda de política urbana en manos de otros secretarios del gabinete estatal quienes han tenido que entrarle al quite –como en el caso del Nuevo Código Urbano—logro de la Secretaría de Gobierno bajo la operación directa del Gobernador Calzada, quien en estos temas urbanos ha comprobado tener una alta prioridad.  

El Secretario sabe y reconoce que no es urbanista, pero ese no es su pecado. Su pecado estriba en no dejarse ayudar. Prueba fehaciente de ello es la ahora famosa ciclovía de Avenida Universidad, una de sus notas reprobatorias en materia de diseño urbano que es crónica de una muerte anunciada a cuenta de los contribuyentes.  

Siguiendo el leguaje escolar, al revisar el expediente de este educando encontramos notas que reiteran que el urbanismo es su asignatura pendiente y que tendrá que presentarse a extraordinario durante el resto de la administración estatal si quiere pasar a la historia, aunque sea de panzazo:    

a)      Sacó de la academia, nombró  y  luego en circunstancias no expuestas retiro de su encargo como Director General de Desarrollo Urbano al Dr. Ernesto Philibert Petit, reconocido diseñador urbano decano de la Maestría en Nuevo Urbanismo del ITESM.
b)      Propuso al Gobernador  Calzada la creación de un Consejo Asesor de Desarrollo Urbano y Vivienda integrado por seis expertos, los reunió, les dio juego, se les tomo protesta en magno evento y luego, sin más, el núbil colegio fue disuelto de un día para otro sin darle explicación válida a ninguno de estos personajes. Hoy algunos hasta están “vetados” por andar de preguntones y opinadores…  
c)       Inició un programa para reformar la movilidad sustentable y desencadenó una serie de movilizaciones de transportistas que llegaron a 5 de mayo y Pasteur. Le dijeron “trae pa´ca” y desde entonces el proyecto de movilidad pública colectiva –malamente– lo atienden abogados de la Secretaría de Gobierno y Seguridad Ciudadana con poca o nula intervención de los destinatarios del servicio y estimo sin conexión con los municipios en cuanto a la cobertura  territorial.
d)      Anunció con bombo y platillo la creación de un Plan de Desarrollo de la Zona Metropolitana de la Ciudad de Querétaro;  se contrató a la empresa consultora del Dr. Roberto Eibenshutz,  uno de los padres del urbanismo nacional, quien lo entregó en diciembre pasado. El nada barato documento esta hoy  “escondido” como pecado de juventud; nadie lo ejecuta, nadie lo comparte o que ¿le estarán dando su “ajustada”?
e)      Llevó al Gobernador a anunciar dos veces que la Iniciativa del  Nuevo Código Urbano estaba lista para presentarla al Congreso y nada. El Gobernador tuvo que pedirle al Secretario de Gobierno que entrara como relevista y  solo así se pudo llevar el asunto al Congreso. Hoy resulta que el cabildeo hecho por SDEUOP para el Nuevo Código no fue efectivamente realizado;  resulta que hay muchos actores inconformes, que hay controversias y el Secretario dice que él no fue… 

Donde si ya de plano el Secretario se tiene que ir reportado a la Dirección es en el caso de la hasta hoy fallida nueva Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente y  Desarrollo Urbano que debió ser reglamentada y habilitada dentro de los 60 días posteriores a la publicación del Nuevo Código Urbano, es decir a más tardar el 30 de agosto (Artículo Noveno Transitorio). Pasó la fecha y nada pasó.
En síntesis, el auto asignado diez en obra pública está en veremos y nos toca darlo a los ciudadanos; mientras, es indiscutible el confeso cero en urbanismo. Y la ciudad va… 

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¿Hasta dónde va a llegar la Ciudad?

A partir del 1° de octubre estará en manos de 3 Presidentes 3 Síndicos y 38 Regidores metropolitanos la posibilidad de ponerle a la Ciudad de Querétaro un hasta aquí. Es tiempo de fomentar el crecimiento de otras ciudades del Estado y motivar el crecimiento regional que en el discurso se prodiga. Y no lo digo solamente yo, que desde hace tres años doy la lata en esta columna; coincide conmigo el Subsecretario Marcelo López de SEDESU, institucional funcionario de primer nivel –coautor del cluster aeronáutico alrededor del Aeropuerto Intercontinental—quien, más o menos, la semana pasada declaró que estamos al borde del caos y que ya no cabe un parque industrial más en la zona metropolitana.  

La pregunta es si los dueños de todos esos suelos (quienes pacientemente esperan que el dinero público les lleve la infraestructura) piensan igual que mi amigo Marcelo… pues pareciera que de esos cuantos varones dependemos todos. Y es que hasta el día de hoy yo no he visto una real y efectiva política de contención que no sea construir puentes y ampliar vialidades; siquiera un cabildeo para desincentivar la expansión a ultranza de nuestra mancha urbana. Nada o muy poco. 

Aunque incomoda, la verdad es que la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas está clavada en la construcción mientras el diálogo  con los propietarios de las aprox. 10 mil hectáreas circundantes habilitadas ya al desarrollo se encuentra perdido. La misma CANADEVI, que sería un punto de contacto obligado se pregunta ¿que quiere la SDEUOP?… 

Sin una guía eficiente desde Palacio Conín y perdido el “momentum”de la reciente legislación estatal por la débil defensa que se hace de ella, al iniciar el nuevo periodo constitucional muchos ciudadanos nos preguntamos si los nuevos ayuntamientos no tendrán de otra que dejarse seducir por el “bu$iness” o si heroicamente harán a su leal saber y entender los nuevos reglamentos asumiendo una postura responsable frente la reto de plantear un Querétaro Sustentable.  

Nos preguntamos también si las empresas dueñas de toda esa tierra, hoy dormida, encontrarán alternativas para pactar la calendarización del aprovechamiento de sus reservas territoriales o si la falta de un plan (o mejor dicho) –de la intención de tener un plan– los llevará por el camino de presionar presidentes municipales en solitario por la obras públicas y los acuerdos  que les permitan mejorar sus tierras y lograr su particular negocio; tal y como ha sucedido durante los últimos años.  

Sería interesante conocer si el Secretario Chufani tiene un plan para divulgar el nuevo Código Urbano entre los nuevos regidores y entre la sociedad civil. Saber si existe un planteamiento empatado con la SEDESU sobre la atracción de inversiones y destino de recursos de obra pública hacia otras ciudades del interior del Estado y; sería interesante escuchar si hay algún planteamiento para que los titulares de los suelos que están en proceso especulativo desaceleren siquiera un poco mientras rellenamos la mancha urbana que sin piedad hemos dejado expandirse y que muestra un vació cercano al 40%.  

Por eso es válido preguntarse ¿hasta dónde va  a llegar la Ciudad?…

 

Muchas gracias a quienes amablemente me comentan que leen esta columna, sus opiniones y comentarios motivan cada vez que hay que vencer el reto de la hoja en blanco. Gracias por participar en el blog hacerciudad1.blogspot.com y en la página de Facebook Hacer Ciudad.

¿Como se hicieron ricos nuestros políticos?

–del Derecho del Tanto o la Mala Educación–

El Derecho del Tanto del Tanto o de preferencia está en la Ley Agraria y funciona para efectos de que otros ejidatarios o el Estado vayan “mano” en calidad de compradores elegibles sobre cualquier suelo ejidal puesto a la venta por sus titulares. El espíritu de la ley es que los ejidatarios “rescaten” el suelo para seguirlo sembrando o bien que el Estado lo adquiera para establecer reservas territoriales, garantizar el cumplimiento de planes de desarrollo, controlar precios o destinarlo a una inversión en pro del bien común. En Querétaro eso no ha pasado… 

Durante los últimos 10 años el Estado de Querétaro y los Ayuntamientos de los Municipios conurbados a la Capital han renunciado sistemáticamente al Derecho del Tanto permitiendo que en lugar de una bolsa pública de suelo urbanizable, se hayan establecido reservas privadas de suelo ejidal,  alterando con ello el valor y la disponibilidad –a tal grado– que ahora el tema comienza a ser un boomerang que vuelve para dañar, curiosamente, al renunciante y por consecuencia a todos nosotros.
Y luego nos preguntamos porque se volvieron tan ricos nuestros políticos ¿?…
Otra lateralidad, además del injustificado incremento de los precios, es que con este mismo modelo maleducaron a los grupos ejidales, quienes –primero mal aconsejados vendieron a precios de hambre–  ahora resultan ser también especuladores. El Estado perdió la brújula y el control sobre el suelo que contorna nuestros principales asentamientos y ahora hay que ponerle millones si queremos reparar tanto una lógica de mercado como una política de protección al medio ambiente. 

Y es que hoy resulta que el bien común tiene un alto precio. Si el Estado llegara a necesitar suelo para instalar empresas y crear empleo; si llegáramos a requerir espacio para albergar una universidad o un centro de investigaciones; si se volviera inminente proteger una zona por su función ambiental o si simplemente se requiriera pasar infraestructura por debajo o sobre el suelo, ahora tendremos que pagar un alto precio al especulador o litigar una expropiación que quizá no veamos concluir mientras vivamos.
¿Cuando vamos a empezar a invertir dinero público en reservas territoriales? ¿Cuándo ya solo quede el que se requerirá en 2080?…
A los terratenientes habría que decirles que la generación de riqueza es un ejercicio que debe responder a una responsabilidad social mínima. A los gobernantes habría que exigirles una política de reservas, así de simple y tan clara como la que hace el Banco de México. Es la misma lógica.
La mala educación que se ha sembrado no puede ni debe continuar su trágica evolución. Sugiero que en los municipios –mediante reglamento–  la facultad de decidir si se ejerce o no el derecho del tanto se eleve al Cabildo y (si no es posible por el breve plazo de 30 días que da la ley) se obligue a tener por lo menos un dictamen que defina si el suelo es o no susceptible de una inversión pública, de tal suerte que se justifique retenerlo como reserva dada su función ambiental, económica o (aunque a muchos no les guste) simplemente por razones de control en pro del interés público.
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*foto tomada del Blog Peña Colorada

Decisiones para los nuevos alcaldes metropolitanos

Por MNU y Lic. Gabriel Ballesteros Martínez
Separar la función pública de coordinar y gestionar el desarrollo urbano de la realización de la obra pública es una decisión elemental en los municipios modernos. La tendencia en las mejores ciudades del mundo es incluso emancipar la planeación urbana a un organismo ciudadanizado y dejar la gestión del desarrollo urbano en manos distintas de aquellas eminentemente ejecutantes de la obra pública; donde además –normalmente—estos son terceros de la iniciativa privada en libre competencia. 

En una ciudad que crece sin cesar como la nuestra y San Juan del Río (a otro ritmo pero también intenso), el problema es que la obra pública tiende ha convertirse en una herramienta de control “político” entre el capital vinculado a los contratistas y asimismo de atención socio-electoral de acuerdo a los resultados del último proceso; se hace sin planeación y distante de una visión y una política  urbanística prefigurada. 

Hace algunos años, en octubre de 2003 para ser preciso, el Municipio de Querétaro tomo la decisión de emancipar Obras Públicas de Desarrollo Urbano y Ecología creándose las Secretaría de Desarrollo Sustentable y la Secretaría de Obras Públicas. Una decisión que hoy ha mostrado ser correcta, pero que para ser perfecta le faltó el ingrediente de la planeación previa y mejor aun — previa, participativa y ciudadanizada… 

Las lluvias torrenciales de septiembre de 2003 y la red de drenaje pluvial que se volvió prioritaria; el Parque Bicentenario para el 2010 y casi al mismo tiempo el Centro de Convenciones en el Tángano con aspiraciones nacionales dan razón a mi comentario. Ejecución sin planeación sobre la base de una pequeña oficina de desarrollo urbano que fue aprendiendo a prueba y error sin una instancia de planeación activa y eficaz.    

Los municipios que tienen la oportunidad de tener ya emancipadas esas funciones no deben volver al esquema monolítico de las secretarías todólogas juez y parte y, asimismo, los municipios que pueden, deben intentar seguir las huella de ciudades como Curitiba en Brasil o Portland en los Estados Unidos, donde unos –los ciudadanos– sueñan la ciudad, otros –la burocracia normativa– la organiza, y otros, ingenieros, contratistas, arquitectos y demás la hacen realidad de acuerdo a los que se ha decidido entre todos, con metodologías democráticas. 

La obra pública es tan solo una consecuencia donde el origen es y debe ser la planeación.  La red económica y el desarrollo social en concordancia con el respeto y el cuidado al medio ambiente, su única guía. 

En el sector público, conjugar las tres actividades en una sola oficina ha sido históricamente una equivocación, pues la tendencia es crear una burocracia autoritaria y además condescendiente con el capricho del poderoso, poco afecta a considerar las opiniones ciudadanas. 

Así pues, vayan estas líneas preocupadas con dedicatoria precisa a nuestros nuevos gobernantes municipales: la obra pública, la planeación y la organización del desarrollo sustentable, si bien complementarias, son tres funciones bien distintas, cada una en su cajón, cada una con su guardián. Eso es lo contemporáneo, lo que sigue… 

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Loyola y los Acuerdos

Por MNU y Lic. Gabriel Ballesteros Martínez
Ocioso que luego es uno viendo una de las transmisiones desde Londres me quede pensando ¿Qué tiene ese pueblo que no tengamos nosotros para haber logrado los acuerdos necesarios para tener la Ciudad que tienen? Vinieron a mi mente una avalancha de respuestas, entre otras: dinero, historia, coraje, gusto, clase…
En un primer momento quedé conforme pero después, necio desde chiquito, le di otra vuelta al tema. ¿Dinero? Pues eso depende de cuantos sean y como lo gasten: tema presupuestal, asunto de orden y calendarios, no lo veo como factor determinante, me dije. ¿Será el peso de la historia? Y categórico reflexioné –pues nosotros tenemos una, si más cortita, pero igual o más intensa— Camino Real, Cuna de la Independencia, Sitio de la República y fin de la Revolución.  

Luego pensé en el coraje y me dije en tono paternal: ese es atemporal; es signo de cada generación, mueca efímera ante las situaciones. Más bien, concluí, la idea a razonar debe ser, amor propio… Pasé después al tema del gusto y la clase. Pensé en lo diferentes que somos de un londinense cualquiera y me llevé a mi mismo, valiente, a la conjetura que de ninguna manera carecemos de la oportunidad de mostrar gusto o clase. Fue cruel de mi parte darme con ese palo, pues luego caí en la cuenta de que con Doña Elba Esther al mando de la educación nacional y con la familia peluche como modelo, es un tanto arrogante ponerse tan sácale punta…

Pero no desfallecí; sobrepuesto revisé en mi mente la clase y el gusto de nuestros ancestros. La gallardía de Tulum cuidando el Caribe; la armonía y el romanticismo de Uxmal o la magnificencia de la Gran Tenochtitlan que dejó mudos a los frailes educados de aquella Europa, que ya era E-u-r-o-p-a por entonces.

¿Sería el mestizaje entonces? Y otra vez lo negué rotundamente al recordar nuestros conventos, nuestras casonas señoriales. ¿Será la era tecnológica? pero nuestros recintos del siglo veinte y veintiuno pensados por Barraganes, Teodoros González de León, Artigas y similares –muy mexicanos—me alejaron de esa idea.

¡Será el agua! concluí, como decían nuestras abuelas queretanas cuando ya no había más que decir… Lo que si me puedo explicar es que lo que no tenemos son acuerdos. Nos falta presente colectivo. Nos falta creer en nosotros.

Sin acuerdos no hay instituciones y sin instituciones no hay ciudades bellas, funcionales y ya después, si tu amable lector me permites el adjetivo, grandiosas. Sin acuerdos las ciudades contemporáneas nos están quedando así… chaparras y extendidas sin nada que nos haga sentir por ellas orgullo y pertenencia. Pinchitas; sin chiste, sin gracia.

No se trata de aspirar a 400 kilómetros de subterraneo ni a hacer del transporte colectivo un ícono nacional de dos pisos. No se trata de un bombín o volvernos puntuales; se trata de representarnos en la Ciudad con orgullo y que la Ciudad nos represente como aspiramos a ser. Se trata de asumir un carácter –que si tenemos– pero que nos lo negamos por falta de interés, de impulso, de motivo claro. Por falta de acuerdos.

Anticipo desde esta columna las decisiones que intuyo acertadas, habrá de tomar el Presidente Municipal Electo Roberto Loyola Vera para conducir al IMPLAN hacia su postergada gloria; presiento el rescate de la queretaneidad con visión de barrio; avisoro detalles en el espacio público que nos dejarán una grata impresión y menos vacíos urbanos. Presumo la conclusión, de una buena vez, de la multifactorial reforma al transporte público de la Capital.

Yo como queretano y con un dejo de realismo no aspiro a más en 36 meses. Espero y quiero pronto acuerdos. Acuerdos para recuperar el gusto y el orgullo de hacer ciudad y no solo negocios de suelo.

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Cuidado con el gatopardo

Por MNU y Lic. Gabriel Ballesteros Martínez
Si no procuramos de inmediato la institucionalización a nivel municipal de la reciente reforma al Código Urbano, los que no querían cambios van a tener la oportunidad de hacer gatopardismo: cambiar algo para que todo siga igual. 

Cuando la difusión del cambio es pobre –limitada solo a un círculo de iniciados– el cambio corre el riesgo de incitar a los conservadores y a que estos busquen –bajo su patrocinio–  empoderar a otros hasta conseguir que los efectos de cualquier cambio se retrotraigan o en el peor de los casos se estabilicen sin causar mayor daño a sus intereses. Solo basta revisar la historia. 

Muchas son las tareas para lograr el desarrollo institucional de la Reforma al Código Urbano;  para lograr el efectivo nacimiento de las nuevas estructuras de control y gobierno de la planeación, así como de la gestión y el ordenamiento territorial. Esta es una agenda que la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del Gobierno del Estado debe asumir como la más alta prioridad.  

Por más que la inercia de tantos años solo pegando tabiques y haciendo pasos a desnivel los impulse, estos trabajos deben estar por encima de la obra pública, incluso de la tan esperada –como sin duda lo es, solución del nudo de Los Arcos–. Es hora de colgar el casco y arrastrar el lápiz; es la hora del detalle, la hora de hacer política urbana; política de finos acabados y alcances duraderos.  

¿Quien se puede declarar inmune a la inquietud que trae consigo el cambio? Si cualquier modificación de las circunstancias personales altera nuestra tranquilidad, cuando esta modificación es institucional y económica no solo se dan efectos en lo particular; se altera el status quode lo público y, casi siempre,  la ignorancia y la desinformación ponen en marcha una maquinaria de poleas que jalan y estiran el psique colectivo con una fuerza peligrosamente reactiva que solo se resuelve con difusión, diálogo y humildad. 

Hoy recomiendo la lectura de Giuseppe Tomasi de Lampedusa  que inspirado en la Sicilia de principios del siglo pasado  legó a los mexicanos en  «Il Gatopardo» una idea que sintetiza  el derrotero que pueden sufrir –en las democracias en proceso– las ideas e incluso las leyes que no se institucionalizan debidamente.  

Y es que vale la pena hacer un poco de historia para que tenga sentido lo que acuso: en 1992 después de la nada sencilla tarea de parir un vanguardista Código Urbano, ejemplo en su momento para todo el país, una fuerza no identificada impidió, hasta el pasado 30 de mayo de 2012 que la ley urbana se pudiera reglamentar y que sus instituciones (como la Comisión de Conurbación por ejemplo) pudieran funcionar debidamente.  

Siempre hubo un pero, siempre hubo un «no es el momento»;  siempre hubo un «déjame lo reviso» pero la realidad fue que vivimos 20 años sobre reglas no escritas, criterios trianuales, corrupción  y múltiples gurús  e interpretadores del urbanismo que expandieron la zona metropolitana sin recato alguno. La sencilla, sincera y urbanística visión de Enrique Burgos y de diputados como mi querido maestro Carlos Arvizu García o de abogados y notarios como Sergio Zepeda Guerra, por entonces Director Jurídico del Gobierno estatal, quedó permanentemente inconclusa.
Dada la experiencia  y teniendo tres años por delante, considero que el Secretario Sergio Chufani Abarca tiene la responsabilidad de apoyar al Ejecutivo en la compleja tarea de conducir la institucionalización de la reforma al Código Urbano y no puede ni debe dejar solo en manos de los actores del desarrollo urbano la interpretación y edificación de los nuevos acuerdos.  

Si la obra pública anunciada la semana pasada es importante, mucho más importante resulta guiar a los nuevos ayuntamientos, a los nuevos secretarios y directores municipales hacia una actitud receptiva y colaborativa para lograr construir una visión urbana común del Estado de Querétaro y sobre todo un modelo coercible. ¡Cuidado con  el gatopardo! 

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Loyola y Rivera desde sus propuestas urbanísticas

Por MNU y Lic. Gabriel Ballesteros Martínez
Terminaron las campañas en el Municipio de Querétaro y de todo lo que escuche, leí y pude alcanzar a entender en materia de desarrollo urbano, ordenamiento territorial, política de suelo y desarrollo institucional para la planeación, esto es lo que resumo:
Armando Rivera centró el debate en su propuesta de municipalizar el agua, propuesta que me parece retrograda, que no ilegal aclaro, cuando la tendencia en las urbes del mundo y del país, como la Zona Metropolitana de la Ciudad de Querétaro, es crear servicios a esa escala en lugar de celularizar la administración del servicio en cada municipio conurbado. No me quedo claro como es que en verdad pueda afirmar que resulten más baratos a la ciudadanía los litros que consume y eso se refleje en su recibo; el costo del financiamiento y el mantenimiento de la infraestructura en una ciudad tan extendida como la nuestra simplemente no lo soportaría la administración municipal.  
Por otra parte, a este respecto externé mi opinión incluso en diversos medios, en el sentido de que tengo antecedentes de que la verdadera intención que ha tenido Armando desde hace años es concesionar la administración del agua a una empresa privada, como ya se lo propuso en 1998 a Ignacio Loyola siendo Secretario de Desarrollo Económico, lo que me deja inquietudes particulares en cuanto a la negociación que esto implicaría y el tiempo de implementación que obligadamente tendría. En este contexto veo lejano que alguien pueda llegar a pagar 20% menos en su recibo de forma inmediata. Bueno, ni siquiera lo veo posible en los tres años del periodo constitucional. 
Propuso también regalar 10,000 bicicletas al año, lo que me dejó la imagen de 10,000 peligrosas pistolas cargadas si este número de néociclistas comienzan a convivir en el primer año de gobierno con el sistema de transporte colectivo que tenemos –sin exagerar uno de los más desordenados del planeta—y es que por más veloz que sea la administración ni está el dinero ni suena democrático gastar el dinero público de ese modo.
Luego del encuentro en el ITESM corrigió y agrego a la propuesta construir 100 kilómetros de ciclovía pero aun así no me queda claro dónde esta el espacio urbano para esa cantidad de área dedicada y si en verdad hay un estudio serio detrás de su urgente propuesta.
Por lo que ve a los cambios de uso de suelo, se limitó a decir que esos los pide la gente y los autoriza el cabildo (¿?). La más clara de todas sus propuestas, para mi gusto, fue la de declarar más zonas reservadas (con macetita virtual incluida); sin embargo más bien me supo a una suerte de antídoto obligado para vacunarse de los antiguos y presentes señalamientos que pesan en su contra, en sentido de que su Ayuntamiento (2003-2006) le cambio el destino a más de 12,000 hectáreas.   
Por el otro lado está el foro de expertos organizado por el candidato Roberto Loyola donde hombres y mujeres prestigiados del urbanismo ayudaron al candidato priista a –con una mayor conciencia colectiva y una visión integral de la agenda urbana que debemos abordar– plantear las bases de lo que sería una política de amplio espectro para atender el desorden urbano en que actualmente está el Municipio de Querétaro. Sin prisas y con rumbo.
En materia de planeación urbana, el candidato se comprometió con el gremio de urbanistas a impulsar una gestión adecuada de la metropolización, así como a planear y regular el suelo considerando la conurbación con El Marques y Corregidora. Pero sobre todo se comprometió a rescatar el IMPLAN creado y luego dejado morir por el mismo PAN.
En materia de infraestructura se hizo un compromiso con una agenda en materia de conectividad y se puntualizaron cuatro obras viables relevantes; deliberó la forma como deben ser inhibidos y atendidos los asentamientos irregulares y comprometió la creación del Observatorio Urbano.
Por otro lado, atendiendo a la problemática de una ciudad fragmentada como la que tenemos, se hizo el compromiso de impulsar una política de ordenamiento en sentido de llenar los muchos vacíos urbanos existentes, antes de habilitar más suelo nuevo; señaló que no se aceptará más espacio público residual y pedirá calidad tanto en la obra privada como en las donaciones que terminan en el patrimonio municipal.
En materia de sustentabilidad se comprometió a mantener una política activa de protección y declaración de más reservas de suelo urbano y a procurar un balance en el Centro Histórico en materia de bares y restaurantes. Para la movilidad ofreció inversión en banquetas e infraestructura para el ciclista, incluyendo la reubicación recién hecha en Av. Universidad, así como apoyar el programa de reordenamiento del transporte público iniciado cuando fue Secretario de Gobierno estatal.
De todas sus propuestas, la que sin duda me dejó mayormente entusiasmado, es la de impulsar los reglamentos municipales que se deben desprender del Nuevo Código Urbano, pues a él no le parece que viole la libertad municipal ni le incomoda (como a su adversario Armando Rivera…) la Procuraduría del Medio Ambiente y el Desarrollo Urbano a punto de nacer.
Terminaron. Tan-tan. Ahora todos a votar. ¿Ya sabes dónde es tu casilla?
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Acto de Publicación del Nuevo Código Urbano

Intervención del Maestro en Arquitectura y Nuevo Urbanismo y Abogado Gabriel Ballesteros Martínez durante el evento de Aniversario del Periódico Oficial «La Sombra de Arteaga», evento en que fue presentado el Periódico Oficial No. 27 de este año que contiene el Nuevo Código Urbano para el Estado de Querétaro. Archivo Histórico Madero 70, Ciudad de Querétaro. 31 de mayo de 2012

 

Lic. José Eduardo Calzada Rovirosa

Gobernador Constitucional del Estado de Querétaro

 

Sra. Sandra Albarrán de Calzada 

 

Sras. y Sres. Legisladores de la LVI Legislatura del Estado

 

Funcionarios públicos:

 

Señoras y Señores:  

 

Honorables miembros del presídium a quienes respetuosamente pido comprensión en obviedad de repeticiones: 

 

Ciertamente el día de hoy hay mucho que celebrar. 

 

Como abogado celebro el aniversario de nuestra Sombra de Arteaga;  herramienta esencial del sistema jurídico queretano que en cada publicación significa el refrendo a nuestra convicción de vivir en un país de instituciones. 

 

Estimo doblemente este día como un día histórico, dado el relevante contenido del Periódico Oficial de hoy, que más allá de un texto legal, este día contiene expresa una muestra de madurez que entre todos nos hemos obsequiado: la oportunidad de volver al barrio, a la ciudad compacta; la oportunidad de hacer ciudad.

Este 31 de mayo quedará inscrito como el día en que volvimos a aceptar un compromiso con nuestro hábitat y con nuestros ecosistemas; como el día en que todos renunciamos voluntariamente a vivir en el constante riesgo futuro de vivir sin agua; como el día que rescatamos la vida institucional del desarrollo urbano. Este será celebrado como el día en que dimos el primer gran paso hacia la sustentabilidad efectiva de las ciudades del Estado de Querétaro.

 

Señor Gobernador, agradezco cumplidamente la oportunidad de haber sido invitado como orador ciudadano y con toda humildad le digo que es un honor representar a tantas y tantas calificadas voces que durante más de 12 años dialogaron por una nueva ley urbana. 

 

Hablo hoy por quienes preocupados por el desmedido aprovechamiento de nuestros recursos naturales, señalaron el peligro y pelearon por la razón. 

 

Hablo también por los que de manera legítima asumen la nada sencilla empresa de construir y aun así se arriesgan. 

 

Hablo por los que desde su trinchera, en sus despachos o en la academia consideran y pugnan porque nuestras ciudades sean más cómodas, más hermosas, mejor conectadas, pero sobre todo más incluyentes. 

 

Hablo por todos los que no deseperanzaron y que hoy queremos impulsar ciudades con escala humana. Hablo también por los que anhelan un hogar, más que una casa; por lo que queremos plazas y parques y por los que sentimos un inmenso orgullo cada vez que paseamos junto a las casonas señoriales o contemplamos nuestro Acueducto orgullosos al volver de otras latitudes.  

 

Celebramos la llegada de los observatorios; de la nueva procuraduría del medio ambiente y el desarrollo urbano. Estese seguro que recibimos comprometidos los nuevos mecanismos de control del uso del suelo; pero más celebramos Señor Gobernador, que con el decreto que hoy firmó se le haya devuelto la voz al mejor urbanista, al mejor planeador que tiene Querétaro: a su gente. 

 

Con esta reforma termina, estamos seguros, un periodo de excesiva discrecionalidad y dispersión presupuestal; pasaremos a un periodo de reconstrucción de acuerdos, de reglas y seguramente pronto comenzará a notarse la restructuración espacial de Querétaro.  

 

Llegó el momento de garantizar con acciones presentes la recomposición del tejido social y detener la fragmentación tanto de la Zona Metropolitana de la Ciudad de Querétaro  como de la Ciudad de San Juan del Río. 

 

Llegó el momento de distribuir nuestro desarrollo más allá de la carretera 57; consolidar Bernal y Tequisquiapan; impulsar el semidesierto y la Sierra Gorda. 

 

El instrumento que hoy nos entrega hará posible decidir con transparencia donde respetar la naturaleza y donde intensificar nuestro crecimiento. Nos dará reglas claras para modificar la vocación del suelo o para proteger la vida vecinal. Ahora será posible fortalecer el condominio vertical y garantizar que la ciudad no sea un conjunto de islas. Pero lo que en verdad lo hace bueno, es que lo podremos hacer entre todos. 

 

Estimados queretanos, mujeres y hombres que hacen ciudad: Estamos en la lista de las ciudades más anheladas de America Latina; la más atractiva del país sin duda. No es una opción decirle a otro mexicano que no busque seguridad en esta tierra, por tanto a cada quien le toca un sacrificio particular:

 

A unos quizá disminuir ganancias o lograrlas con diseño y diferenciación. A nosotros los ciudadanos nos tocará participar, presentar proyectos y proponer alternativas. Ya no se va a valer solo quejarse.

A las autoridades y a quienes ejercen la política los invitamos a conceder una oportunidad a la práctica de un urbanismo con sentido humano; es tiempo de concertar intereses y alejarse de las tentaciones. 

 

Juntos podemos planear con la única orientación que vale, la orientación de darle a esta hermosa tierra un futuro esplendoroso y todos vamos a salir ganando. Por todo lo anterior, yo como ciudadano le doy la bienvenida este bien pertrechado Código Urbano modelo 2012, que tiene tamaño para darle batalla a ciudades con aspiraciones 2050.

Felicidades a todos. Muchas gracias.  

Desquitar la chuleta

Por M.N.U. y Lic. Gabriel Ballesteros Martínez

El día de hoy en el Congreso del Estado se llevará al Pleno el Dictamen Conjunto de Iniciativas sobre la tan anhelada y controvertida reforma urbana, las cuales han quedado subsumidas en la vigorosa y prometedora Iniciativa de Ley de Nuevo Código Urbano enviada por el Titular del Ejecutivo en marzo pasado.

El Dictamen liberado en lo general por la Comisión de Desarrollo Urbano, Obras Públicas y Comunicaciones incorpora siete iniciativas que habían sido congeladas en diversos momentos y bajo diversas circunstancias; algunas de ellas no muy transparentes. Largo ha sido el camino y extensa ha sido la discusión.

Después de una discusión de método (más bien de posturita entre algunos diputados), la expectativa es que el Dictamen se apruebe en lo general y que sucedan observaciones reservando para discusión particular algunos artículos, incisos y párrafos, pues al parecer sus Señorías sienten temas “insuficientemente discutidos”.

Ante este escenario y desde esta tribuna ciudadana, si bien le damos la bienvenida al debate constructivo no así a la artimaña dilatoria para pasarle cuota al Gobernador o a cualquier otro actor del desarrollo urbano en esta votación general o en las específicas que puedan venir. Y es que habiendo asistido a casi todas las reuniones públicas sobre la reforma, a mi no me sorprende que algunos diputados no estén en la jugada y sientan que la Iniciativa los está rebasando por la izquierda.

Supongo que para muchos diputados eran muy densos los foros y las reuniones de trabajo con la gente de Sergio Chufani y en su momento con Roberto Loyola, Alfonso y Juan Ricardo Jiménez. Quizá es obvio y razonable que para algunos fuera preferible abstenerse y así poder concentrar su tiempo en el diseño de una próxima candidatura o que se yo que otro proyecto particular. Decisiones como la que tomará el Pleno este día son de aquellas que definen un antes y un después en la vida de Querétaro. De la misma manera que la reciente Ley de Movilidad Sustentable que tanta grilla ha despertado entre choferes y concesionarios, el Nuevo Código Urbano tendrá que vivir un momento de inserción e instrumentación que no va a ser fácil. Entre la sociedad e incluso en el sector público habrá quienes no entiendan, habrá quienes se sientan agraviados, habrá incluso los que expondrán francamente su rechazo y eso es legítimo. Lo que no es legítimo es medrar con ello. Será un trabajo enorme cuadrar el Nuevo Código en su práctica cotidiana, pero después de todo ¿que ley es perfecta? Seguramente ya aprobado el ordenamiento mostrará debilidades y habrá que intervenirlo otra vez; que más da… para eso pagamos un Congreso caro, para darnos el lujo de revisar nuestros acuerdos una y otra vez. Lo que no es aceptable es que algún “adelantado” por no decir vivales quiera sacar ventaja personal de este ejercicio legislativo y ponga en riesgo lo alcanzado hasta el momento entre ciudadanos, notarios, desarrolladores, contratistas, colegios, ambientalistas, académicos y funcionarios. Durante las últimas semanas he escuchado voces que critican y otras que aplauden la Iniciativa, ¿las más? Aquellas que dicen que no la conocen. Difundirla es una tarea que deberá coordinar el Congreso con toda responsabilidad. Habrá que hacer talleres y foros; utilizar la didáctica y transformar el complejo contenido de los casi 500 artículos de esta nueva ley en algo asequible. Si en la creación de la base legislativa no le entraron, ahí si habrá que desquitar la chuleta. De acuerdo con la página web de la Legislatura las Iniciativas que se integran al Dictamen Conjunto: 1.- “Iniciativa de Ley que expide el Código Urbano del Estado de Querétaro” 2.- “Iniciativa de Ley que reforma el Código Urbano para el Estado de Querétaro”, 3.- Iniciativa de “Código Urbano del Estado de Querétaro”, 4.- “Iniciativa de Ley que reforma el Título Quinto del Código Urbano para el Estado de Querétaro” 5.- “Iniciativa de Ley mediante la cual se adiciona una fracción IX al artículo 92 del Código Urbano para el Estado de Querétaro” 6.- “Iniciativa de Ley mediante la cual se reforma el artículo 337 del Código Urbano para el Estado de Querétaro” 7.- “Iniciativa de Ley mediante la cual se reforma el artículo 383 de Código Urbano para el Estado de Querétaro” 8.- “Iniciativa de Ley que reforma el Código Urbano del Estado de Querétaro”.

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¿Armando un peligro para el suelo?

Por MNU y Lic. Gabriel Ballesteros Martínez
La intención de Armando Rivera de interponer una controversia constitucional en contra del nuevo Código Urbano es una muestra inequívoca de su rebeldía institucional y de la ligereza con que suelta declaraciones cuando se percibe atacado sin importarle lo importante, lo que en verdad es trascendente para los queretanos: tener una nueva ley que ponga orden y garantice la sustentabilidad de nuestras ciudades, más allá del color y de quien nos gobierne.  

 

(Foto Periódico Plaza de Armas)

No siendo Armando abogado, quiero suponer que alguien le ayudó a revisar el Dictamen aprobado en el Pleno el pasado 16 de mayo. Flaco favor le hizo quien le echó a andar la voz de la paranoia. No puedo explicarme de otra forma su “análisis” y la conclusión a la que llega cuando dice que la reforma urbana resta facultades al  municipio o que la Procuraduría del Medio Ambiente y el Desarrollo Urbano que vendrá, es un “medio de control” del gobernador a los presidentes municipales.  

 

El Artículo 118 dice que la nueva Procuraduría tiene por objeto recibir y canalizar ante las autoridades competentes, las quejas y denuncias de la ciudadanía por la inobservancia de la normatividad aplicable en el Estado, en materia de desarrollo urbano, ordenamiento del territorio, en cualquiera de los tres órdenes de gobierno, así como vigilar y proteger el medio ambiente en la Entidad, y en su caso, aplicar las sanciones correspondientes ¿Que querrá Armando? ¿Qué no exista un policía? ó ¿Qué el vigilante dependa de cada Presidente Municipal?…

 

Entre las facultades que los diputados asignaron a la nueva Procuraduría está la de asesorar (a ciudadanos y autoridades) y hacer recomendaciones; solicitar información y encausar ante las autoridades (municipales) las quejas y denuncias ciudadanas; promover actividades académicas de investigación en materia urbana y capacitar a los servidores públicos; en su caso, denunciar ante el Ministerio Público las acciones y conductas que aprecie atentatorias de las leyes y los reglamentos en materia de desarrollo urbano y medio ambiente. ¿Dónde está la amenaza a la libertad municipal?… o que ¿estarán equivocados los otros 20 estados de la República que tienen una instancia similar?

 

Su declaración me deja pensando ¿como ve Armando la relación Gobierno del Estado–Municipio? Quizá áspera, como la vivió con el Gobernador Garrido. Quizá quiera una ínsula Barataria… Yo pienso que hay que tener memoria; por andar metiendo controversias en 2003 resultó que en 2008 se perdió el control de los suelos donados al Municipio por los desarrolladores y en lugar de que se volvieran parques, escuelas o algún otro equipamiento, terminaron vendidos, malbaratados, para pagar la nómina y el Parque Bicentenario.

 

En fin, con eso de que en política todo es relativo, no vaya a ser que los ahora municipalistas, luego –si Dios les concediera el milagrito– quieran volverse estatalistas. Lo cierto es que el Municipio no dejará de mandar en el suelo; la Constitución le concede esa facultad –de conformidad con las leyes federales y estatales—y suya seguirá siendo. 

 

No dudo que la redacción de algunos artículos del nuevo Código Urbano pudiera haber quedado mejor y quizá merezcan una pulida en el futuro. No hay redacción perfecta. Pero de lo que si estoy convencido es que no es sano contaminar su advenimiento con declaraciones superficiales cuyo trasfondo deja lugar a la suspicacia; preocupa que el candidato pudiera estar armando un peligro para nuestro suelo.